Etiquetas

27.6.11

Ese fuego que sentís en el pecho no es amor, es acidez frecuente.
He cometido muchos errores. He llorado por quién no debía y he reído con falsas amistades, he tropezado dos veces con la misma piedra y cuando pensaba que ya no lo haría más, me empujaron y caí estampada con la tercera. He perdonado mucho, demasiado, he callado te quieros que, por miedo o por inseguridad se quedaron por mucho tiempo en el aire. Ha habido veces que me he despertado con ganas de comerme el mundo y otras que parece que el mundo me comía a mí. He gritado con fuerza, pero mi voz no siempre salía, y he callado verdades por no hacer daño. Hay días que dormía solo para poder verte en mis sueños y días en los que no podía dormir. He abrazado a la persona que pensé que nunca me haría daño y me he dado cuenta de que esa persona no se merecía ni el roce de mi piel. He tenido la sensación de volar más alto que las nubes, en el lugar más insospechado. He cantado en la ducha hasta que mi garganta no podía más, ha habido días que me sentía preciosa y otros que no quería ni mirarme al espejo. He descubierto que el paraíso puede encontrarse en el tacto de una piel suave, que las caricias son más fuertes que los golpes y que los besos pueden hacerte volar. He disfrutado de pequeños detalles, y he aprendido poco a poco en qué consiste la vida. Y el secreto, el verdadero secreto de todo está en no arrepentirse de nada.

6.6.11

"Si piensas que estás vencido, lo estás; 
si piensas que no te atreverás, no lo harás; 
si piensas que te gustaría ganar, pero no puedes, 
es casi seguro... que no lo lograrás. 

Si piensas que vas a perder, ya has perdido; 
porque en el mundo encontrarás 
que el éxito comienza con la voluntad; 
todo está... en el estado mental. 

Muchas carreras se han perdido 
antes de haberse corrido, 
y muchos cobardes han fracasado 
antes de haber su trabajo empezado. 

Piensa en grande y tus hechos crecerán, 
piensa en pequeño y quedarás atrás, 
piensa que puedes y podrás; 
todo está... en el estado mental. 

Si piensas que estás aventajado, lo estás; 
tienes que pensar bien para elevarte, 
tienes que estar seguro de ti mismo, 
antes de ganar un premio. 

La batalla de la vida no siempre la gana 
el hombre más fuerte o el más ligero, 
porque tarde o temprano, el hombre que gana, 
es aquel que cree poder hacerlo.
Napoleon Hill

5.6.11



Don't worry, 

BE HAPPY
NADA como ir juntos a la par.




¿Quién me tapará esta noche si hace frío?


There’s no need to complicate, our time is short.

Busca dentro de tu corazón y encontrarás amor, amor, amor, amor.
Y si para nuestro amor no encuentro un buen adjetivo, es porque te amo mucho, mucho más del “te amo” que te digo.


Yo abrí de par en par las puertas de mi alma,
y dejé que saliera mi secreto peor;
disimulando lo triste y conservando la calma,
le dije "aunque no creas, estoy buscando amor".

4.6.11



Besarnos hasta 

desgastarnos 
nuestros labios.

2.6.11

Un desayuno

Abro los ojos y te veo viéndome, extiendo mi mano y te acaricio suavemente la mejilla izquierda. Sonreís. Sonrío. Me abrasas. Me ruborizo. Me besas y te levantas de la cama, te vas a no sé qué hacer. Mi mirada te sigue hasta que salís de la habitación. Me estiro un poco, miro el techo, aun con la sonrisa debajo de mi nariz. Me pongo de nuevo de costado con las manos debajo de mi cabeza y antes de que cierre los ojos de nuevo, entras por la puerta, sosteniendo una bandeja, bastante concentrado, haciendo equilibrio por la cantidad de cosas que llevas ahí. Me siento para levantarme y ayudarte, pero ya llegaste. Miro la bandeja donde hay dos vasos de chocolatada, uno bien chocolatoso como a mí me gusta; unas tostadas algo pasadas de tostadas; un pote de dulce de leche por la mitad; galletitas de agua; mermelada de frutilla; queso cremoso; un cuchillo; una cucharita; y una flor con cara de amor. Termino de analizar la bandeja bastante colorida y te miro sonriente. Vos te sentís orgulloso por el buen desayuno que lograste, se te nota en la mirada. Agarro la bandeja, la dejo en la cama y te abrazo. Te abrazo y te lleno de besos. Nos sentamos en la cama y desayunamos con felicidad, miradas y sonrisas. Finalizado el desayuno, dejamos la bandeja en tu mesita de luz, vemos que se cae la flor al piso pero no nos molestamos en levantarla y volvemos a la misma posición que la de la primera oración. Acostados y mirándonos. Cierro los ojos y escucho un suave "Te amo". Los abro y te beso. Nos miramos, sonreímos, y cerramos los ojos de nuevo. Cuando vuelvo a abrirlos para decirte lo que me había olvidado de decirte: "Gracias", no estabas. No estabas vos, ni la bandeja en tu mesita de luz, ni las migas de las tostadas, no había nada. Siquiera la flor en el piso. Defraudada, pensando que solo había sido un sueño, levanto la mirada y estaba la flor en un vasito con agua, en la mesita de luz, pero de mi lado. Junto a la flor había una nota: "En un ratito vengo amor, fui al súper a comprar unas cosas. No me extrañes, Te amo.". Suspiré, sonreí y me quedé con cara de enamorada toda la mañana.